Es una operación que se efectúa con microcirugía y que sirve para restituir una vasectomía, de la que habíamos hablado en entradas anteriores. Con esta operación, el hombre podrá volver a fecundar a la mujer y de esta manera volver a tener hijos.
Consiste básicamente en unir las secciones en que se habían dividido los conductos deferentes en la anterior vasectomia, lo que permite que los espermatozoides vuelvan a ser dirigidos desde los testículos hacia el exterior.
Imagen de una vasectomía |
Causas
Las razones por las que se decide realizar esta operación pueden ser variadas, pero la principal es el deseo de poder tener hijos generalmente por el cambio de pareja o por la pérdida de uno anterior. Aunque también puede haber pacientes que recurran a ella a causa de la formación de un granuloma espermático producido por la vasectomía y que provoca dolor testicular.
Otra técnica que se le podría recomendar a un hombre en esta situación es la fecundación in vitro (FIV) en la cual se le extraerán espermatozoides directamente del testículo para que fecunden un óvulo de la mujer que posteriormente le será reinsertado para que continúe su desarrollo en el útero. El problema de este proceso sería que aquí tendrían que intervenir los dos miembros de la pareja y de la otra manera solo el hombre se expondría a la fecundación. Además de esto la vasovasostomía es más barata, si la pareja desease tener más hijos los tendría de forma natural y solo requiere de una operación mientras que en la fecundación in vitro deben realizarse normalmente varios intentos hasta que la mujer se quede embarazada y repetirlo aun más si quiere tener más de un hijo.
Riesgos
Es una técnica que se debe llevar a cabo con mucho cuidado y que puede acarrear más complicaciones que la vasectomía, por eso dijimos en la entrada de la misma que el paciente debe estar muy seguro de querer realizarla. Las complicaciones que podrían surgir son:
- Aparición de inflamación o infección.
- Hemorragia interna en el escroto, pero que esto ocurra es muy poco frecuente.
- Que la técnica no salga como se prevé y no se pueda volver a restaurar la fertilidad.
Procedimiento
Para esta intervención se utiliza normalmente anestesia local aunque también se puede utilizar anestesia general que, como ya hemos dicho, hará que el paciente se encuentre dormido durante toda la operación y no sienta dolor alguno.
Para esta operación se utiliza microcirugía ya que los conductos deferentes son muy pequeños, tienen un diámetro de menos de 1 milímetro, y esta técnica nos permite visualizarlos mucho mejor. Para esto vamos a utilizar un microscópio operatorio como el que vemos en la siguiente imagen.
Primero el cirujano realizará una incisión en el escroto localizando las dos secciones en las que fue dividido el conducto deferente. Para la unión de los extremos de los conductos se utilizan unos instrumentos muy delicados y casi invisibles a simple vista. La intervención se hará en dos partes. En la primera se llevará a cabo la unión interior del conducto o lo que sería la luz de los conductos, dando para ello 6 puntos. En la segunda parte se darán entre 10 y 12 puntos para unir la capa muscular que sería la más externa. Este proceso se llevará a cabo en ambos lados.
Finalmente se cerrarán las incisiones realizadas al inicio de la operación en ambos lados también mediante suturas.
A continuación les dejamos un video en el que se ve y se explica como se realiza una recanalización o vasovasostomía real.
Cuidados postoperatorios
La intervención se realizará en un centro hospitalario preparado con los instrumentos necesarios y será preciso que el paciente pase la primera noche en el centro para vigilar la evolución de la operación. Al día siguiente el paciente podrá regresar a su casa.
Después de la cirugía es necesario que el paciente se encuentre en reposo durante algún tiempo. La herida cicatrizará en pocos días y se recomienda la colocación de compresas frías para evitar molestias o dolor tras la operación. Se le harán examen periódicos para ver como va evolucionando y si aparecen espermatozoides de nuevo.
Pronóstico
En el 70-90% de los casos se consigue que el hombre que se sometió a esta operación vuelva a tener espermatozoides en su semen. Si una vez hecha la operación y el primer examen de semen los resultados son positivos, esto quiere decir que hay presencia de espermatozoides en él, las probabilidades de que su pareja se quede embarazada serán de entre un 40 y un 60%. Estos porcentajes dependen sobre todo de la edad de la pareja ya que cuanto más jóvenes sean más probabilidades tendrán de gestar.
En casos en los que no se consigue un resultado favorable tras esta operación y tras muchos intentos se aconsejará a la pareja que se lleve a cabo la mencionada y conocida fecundación in vitro (FIV). A pesar de esto la vasovasostomía tiene mejores resultados que la FIV.
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