¿Qué es el bocio?
El bocio es un aumento del tamaño de la glándula tiroides que está situada en la parte anterior del cuello. La función de la glándula tiroides es la síntesis de la hormona tiroidea que participa en la regulación del metabolismo.
Dependiendo del tamaño que tenga la glándula tiroides, cuando está afectada por el bocio, se nos presentan 3 situaciones:
- Bocio simple: existe un aumento de la glándula tiroides pero no llega a ser hipotiroidismo, hipertiroidismo, cáncer, proceso inflamatorio o autoinmune.
- Nódulo tiroideo: existe una masa de la tiroides que no es igual a la del resto de la glándula. La aparición de un nódulo en la tiroides puede ser causado por una enfermedad benigna o por un cáncer de tiroides.
- Bocio nodular tóxico: cuando hay muchos nódulos en la tiroides se produce un aumento de esta glándula que da lugar a que se sintetice la hormona tiroidea en mayor cantidad. Antes de aparecer el bocio nodular tóxico se pasa por un bocio simple, por lo que es importante la detección en este estado y no después.
El bocio es una enfermedad más frecuente en mujeres porque aumentan sus necesidades de yodo durante la gestación y la cantidad de estrógenos durante la adolescencia. Por otra parte, es una enfermedad que afecta mayormente en las edades avanzadas porque la glándula tiroides va aumentando de tamaño con el paso de los años.
¿Por qué aparece el bocio?
Actualmente no se conoce la causa del aumento de tamaño de la glándula tiroides en presencia de bocio, pero puede llegar a aparecer por:
- Déficit de yodo: es la principal causa de aparición de bocio.
- Inflamación de la glándula tiroides por una tiroiditis, infecciones...
- Consumir sustancias que favorecen a la aparición de bocio, como son: tabaco, litio, aceites (soja, girasol, nueces, cacahuete...)
- Enfermedad tiroidea autoinmune.
- Alteraciones de la tiroides que ya estaban presentes desde el nacimiento.
- Tumores benignos o malignos.
- Pubertad o embarazo.
- Anticonceptivos orales o acromegalia.
¿Qué síntomas aparecen cuando padece bocio?
A la hora de diagnosticar un bocio, no suelen manifestarse los síntomas de este, pero a medida que va aumentando su tamaño, pueden aparecer los siguientes signos y síntomas:
- Bulto en la zona anterior del cuello.
- Tos o asfixia.
- Enrojecimiento en la cara e inflamación de las venas del cuello.
- Voz ronca o afonía.
- Respiración ruidosa aguda.
- Dolor o dificultad para tragar.
- Dificultad para respirar cuando está acostado.
¿Qué tratamientos existen?
Dependiendo del tamaño que presente la glándula tiroides se pueden hacer los siguientes:
TRATAMIENTO ANTE UN BOCIO ASINTOMÁTICO
- Tratamiento que consiste en el seguimiento del paciente, vigilando la evolución de la glándula tiroides. Se realiza una exploración física tanto de la tiroides como de los ganglios linfáticos.
- Tratamiento que consiste en la supresión de la secreción de la hormona estimulante de la tiroides (TSH) sintetizada por la glándula hipófisis. Para que cese esta secreción se aplica levotiroxina sódica que es una sustancia que se administra cuando aún no hay presencia de nódulos en la tiroides. Es un tratamiento de por vida, por lo que suele abandonarse, pero si lo hace, el bocio volverá a aparecer con problemas.
- Tratamiento de radioyodo: se aplica en los pacientes en los que no se recomienda la cirugía porque pueden correr un gran riesgo. Este tratamiento provoca efectos secundarios como son la tiroiditis o hipotiroidismo.
TRATAMIENTO ANTE UN BOCIO SINTOMÁTICO
En este caso se recurre a la cirugía.
La operación que se lleva a cabo consiste en la extirpación de la tiroides. Dependiendo del estado en el que se encuentra la glándula, se realiza una hemitiroidectomía (se le extirpa solo una parte de la tiroides)o una tiroidectomía (se le extirpa toda la tiroides).
Se utiliza anestesia general por lo que permanecerá dormido durante toda la operación. El cirujano realiza un corte en la parte anterior del cuello y localiza las glándulas paratiroides y los nervios laríngeos para no dañarlos mientras extrae la glándula tiroides. Una vez localizados, el cirujano extrae una parte o toda la glándula tiroides y una vez que ha terminado cierra la herida quirúrgica utilizando puntos o grapas metálicas. En ocasiones puede colocarse un drenaje para evitar el cúmulo de líquidos. Finalmente se venda la herida.
¿Qué riesgos existen?
- Infección.
- Sangrado.
- Hematomas que requieran un drenaje.
- Daño de un nervio laríngeo en caso de que el bocio sea muy grande o presente un gran tumor.
- Daño de las glándulas paratiroides pudiendo ocasionar un hipoparatiroidismo que es el bajo funcionamiento de estas glándulas. El hipoparatiroidismo origina una disminución del calcio que provoca calambres musculares y espasmos.
- Hipotiroidismo, que es el bajo funcionamiento de la glándula tiroides, cuando no se extrae por completo.
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