Existen dos tipos de cálculos:
- Los que están compuestos por colesterol son los más comunes y están relacionados con el aumento de los depósitos de colesterol en sangre,
- Y los formados por bilirrubina, denominados cálculos pigmentarios. Se produce cuando hay una destrucción masiva de glóbulos rojos (anemia hemolítica) y un aumento de la bilirrubina en la bilis.
- Trasplante de médula ósea
- Diabetes
- Insuficiencia para vaciar la bilis de la vesícula, algo común en mujeres embarazadas
- Cirrosis hepática
- Anemia hemolítica
- Alimentación parenteral
- Anticonceptivos orales
Síntomas
La mayoría de personas con cálculos biliares no presentan ningún síntoma y son diagnosticados por la realización de radiografías de rutina o por alguna intervención abdominal.
Aquellas personas en las cuales el cálculo obstruye el conducto biliar sí presentarán dolor en el cuadrante superior derecho del abdomen, lo que se conoce como cólico biliar. Este dolor se aliviará cuando el cálculo pase a la primera parte del intestino delgado.
Otros síntomas pueden ser:
- Dolor abdominal
- Fiebre
- Coloración amarillenta de la piel (ictericia)
- Heces del color de la arcilla
- Náuseas y vómitos
Pruebas diagnósticas
- Ecografía abdominal
- TC abdominal
- Colangiopancratografía retrógrada endoscópica (CPRE)
- Gammagrafía de la vesícula
- Colangiopancreatografía por resonancia magnética
- Colangiografía transhepática percutánea
Tratamiento
Los cálculos biliares pueden tratarse con medicación, cirugía o por litotricia.
En el caso de que los cálculos estén formados por colesterol se le pueden administrar fármacos que ayuden a disolverlos, como son las sales biliares orales. El problema de este tratamiento es que puede tardar en hacer efecto hasta dos años y los cálculos pueden ser recurrentes.
La cirugía es el tratamiento más empleado para este tipo de patologías. La técnica más empleada es la colecistectomía laparoscópica, que es la extirpación laparoscópica de la vesícula biliar. Se realiza bajo anestesia general.
Se le practicarán entre 3 y 4 pequeñas incisiones en el abdomen para la introducción del laparoscopio y el instrumental necesario. La recuperación es más rápida y ud. podrá volver a su domicilio en cuanto pueda ingerir líquidos de manera normal, en general al día siguiente de la intervención. Deberá de permanecer ingresado si durante la intervención ha presentado sangrado o presenta fiebre y dolor.
Anteriormente se realizaba la colecistectomía abierta, pero presenta mayores riesgos y una recuperación mas lenta.
En cuanto a la litotricia, es la emisión de ondas de choque a la vesícula con lo que se destruyen los cálculos y se hace más fácil su eliminación. Este tratamiento está enfocado a aquellas personas que no pueden ser intervenidas quirúrgicamente aunque su efectividad no es la misma, ya que los cálculos reaparecen con el tiempo.
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