domingo, 21 de diciembre de 2014

Coartación aórtica

Es un estrechamiento de la arteria aorta provocando una obstrucción del flujo sanguíneo.

Normalmente se localiza en la aorta torácica descendente y se produce por una hipertrofia de la capa media de la arteria. Esto hace que protruya hacia la luz del vaso impidiendo el paso de la sangre. Puede estar acompañado de hipoplasia de la aorta transversa o del itsmo aórtico.
La coartación aórtica se diagnostica en el momento del nacimiento debido a que el niño presenta insuficiencia cardíaca severa. También puede haber pacientes asintomáticos y detectarse mediante una exploración clínica si presenta soplos, diferencia de pulsos o hipertensión arterial.

                    

Causas

La causa exacta es desconocida, pero se sabe que es el resultado de ciertas anomalías en el desarrollo fetal. También está asociada a ciertos trastornos genéticos como el síndrome de Turner y a aneurismas cerebrales, incrementando el riesgo de accidente cerebrovascular.
Otros defectos cardíacos congénitos que se pueden presentar junto con la coartación aórtica son:
  • Válvula aórtica bicúspide
  • Presencia de un solo ventrículo
  • Comunicación interventricular.

Síntomas

Dependerán de la gravedad de la malformación.
Cerca de a mitad de los recién nacidos con esta anomalía presentarán síntomas los primeros días de vida. Entre ellos están la respiración rápida, problemas para comer, aumento de la irritabilidad y de la somnolencia.
En casos más leves, los síntomas pueden no aparecer hasta que el niño ha llegado a la adolescencia, y son:
  • Dolor torácico
  • Extremidades frías
  • Mareos o desmayos
  • Disminución de la capacidad para hacer ejercicio
  • Retraso en el crecimiento
  • Calambres en las piernas al realizar ejercicio
  • Hemorragias nasales
  • Dolor pulsátil en la cabeza
  • Dificultad para respirar


Pruebas diagnósticas

El médico realizará un examen físico al niño en el cual medirá la presión arterial y el pulso en las extremidades. Es característico de estos pacientes el pulso femoral y carotídeo disminuído o casi ausente. También se procederá a la auscultación del corazón donde se podrá apreciar un sonido chillón, es decir, la presencia de soplo.
Otras pruebas son:
  • El cateterismo cardíaco
  • Radiografía de tórax
  • Ecocardiografía
  • TC del corazón
  • Resonancia magnética


Tratamiento

Los recién nacidos con coartación aórtica severa se encuentran en una situación de riesgo, por lo que deben ser tratados inmediatamente. En un primer momento se deberá estabilizar al bebé corrigiendo la acidosis metabólica y el equilibrio hidroelectrolítico. En algunos casos es necesaria la ventilación mecánica y la administración de vasodilatadores.
Una vez estabilizado el niño, ya se puede tratar quirúrgicamente. La técnica más empleada es la resección aórtica y anastomosis terminoterminal, aunque no siempre es posible realizarla. Esta intervención se realiza practicando una incisión en el lado izquierdo del tórax en dirección posterior y sin parar el corazón.
Otra técnica menos invasiva es la introducción de un catéter con balón en la aorta para reabrir el flujo sanguíneo. En bebés no tiene buenos resultados, de ahí que se recomiende la cirugía abierta.
Después de la intervención, el niño permanecerá ingresado una semana aproximadamente.

Pronóstico

Los síntomas se verán mejorados al poco de realizar la intervención. 
El niño deberá de permanecer bajo control médico el resto de su vida debido a las posibles complicaciones o a la posible aparición de una nueva coartación.
Los pacientes no tratados suelen fallecer antes de los 40 años, por ello se recomienda la intervención, todo lo más tardar, a los 10 años de edad.



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