lunes, 22 de diciembre de 2014

Reimplante de miembros amputados

Ayer hablamos de amputaciones, sobre todo de amputaciones programadas, no traumáticas. Pero cuando estás últimas suceden, ¿qué podemos hacer?

¿Cómo llegar al hospital a tiempo?

Para comenzar deberemos conservar el miembro en un ambiente muy frío pero sin contacto directo con la fuente, para no producir quemaduras o situaciones irreversibles en las que el miembro ya no pueda ser implantado.
No se debe trasportar el miembro amputado en alcohol, formol, gasolina o cualquier sustancia que se les asemeje. La mejor forma es enrollarlo en gasas húmedas y meterlos en una bolsa de plástico. Una vez hecho eso, se introduce la bolsa en hielo para mantenerlo frío.
En cuanto al miembro residual, que ya explicamos en la entrada anterior, se debe realizar un vendaje compresivo y mantenerlo en alto.

¿Siempre se podrá reimplantar la extremidad?

Por norma general, todo miembro amputado podrá ser reimplantado. 
Sólo se incumplirá esta "norma" cuando el miembro ha sido amputado por machacamiento, aplastamiento o si el tiempo que ha transcurrido entre la amputación y la llegada al hospital para el reimplante ha sido mayor de 6 horas.

¿Cómo se realiza el reimplante?

Una vez que el paciente llega al hospital, lo consideraremos como un paciente de emergencia, por lo tanto, será necesario intervenirlo inmediatamente.
En el quirófano, y una vez anestesiado el paciente con anestesia general, se comenzará por identificar todos los vasos, tendones, nervios y demás estructuras que han de ser reconstruidas. Una vez que han sido localizadas, se suturan entre las dos partes del miembro (el amputado y el residual) con ayuda de un microscopio.
Finalmente se sutura la piel entre si.


Riesgos

Como es una cirugía considerada mayor y aunque tiene riesgos, estos no son comparables con los posibles beneficios.
Los asociados a la anestesia, la infección y el sangrado son frecuentes, como en toda cirugía. 
Esta operación es de todo o nada, de éxito o fracaso. O se consigue la total recuperación o se pierde la extremidad. 
Es necesaria la hospitalización al menos durante 1 a 2 semanas. Durante la misma, a veces será necesario transfundir sangre al paciente e incluso trasladarlo a UCI si fuera necesario.

Postoperatorio

Si la operación sale bien, será necesaria una rehabilitación intensa por parte del equipo de fisioterapia. Es posible que nunca recupere la totalidad del movimiento de la extremidad ni la total sensibilidad. 
Si usted tiene dolor, se le podrán administrar analgésicos.

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