domingo, 30 de noviembre de 2014

Labio leporino y paladar hendido

Es un defecto congénito que afecta a las estructuras de la boca y el paladar. Se caracteriza por una hendidura en el labio superior y el paladar debido a que los dos lados del labio no crecieron simultáneamente. 
El labio leporino y el paladar hendido pueden presentarse conjuntamente o por separado. Afectan a uno de cada 500 recién nacidos aproximadamente.


¿Por qué ocurre?

Durante la fase embrionaria, ciertas partes del cuerpo están abiertas y van cerrándose con el paso de los meses. En estos casos, las zonas del labio superior y el paladar no terminan de unirse.
Entre las principales causas se encuentran los defectos congénitos transmitidos por uno o ambos progenitores. También el consumo de drogas, algunos virus o toxinas en el momento del embarazo pueden provocar estos defectos.
El labio leporino y el paladar hendido pueden presentarse junto con otras anomalías congénitas u otros síndromes.



Síntomas

Según la extensión de la lesión, el niño puede ser una simple hendidura en el labio o una fisura completa que llegue hasta la base de la nariz.
Entre los síntomas característicos encontramos:
  • Dientes desalineados
  • Insuficiencia para aumentar de peso debido a la dificultad para comer
  • Reflujo de leche a través de las fosas nasales durante la lactancia
  • Retraso en el crecimiento
  • Infecciones recurrentes del oído
  • Dificultad en el habla

Reparación del labio leporino

Se suele intervenir cuando el niño tiene entre 6 y 12 semanas de edad. Para ello, se le aplicará anestesia general.
El cirujano arreglará los tejidos afectados y cerrará el labio empleando suturas muy pequeñas, con lo que la cicatriz posterior también será pequeña. La mayoría de las suturas las absorberá el organismo según vaya curando la herida.
Joaquin Phoenix (actor) operado de labio leporino
En el caso del paladar hendido, la intervención se suele realizar entre los 9 meses y los 12 años de edad.
El intervenir al niño a edades tan tempranas favorece su recuperación evitando que en un futuro tenga problemas de habla.
Normalmente, durante estos procedimientos, el cirujano también tienen que reparar la punta de la nariz del niño.

Riesgos

Es posible que los huesos de la parte media de la cara no crezcan correctamente o que la conexión entre la boca y la nariz no sea normal.



Para más infomación: consulte la "Guía para padres" que se encuentra entre los links del apartado de la derecha.

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